jueves, 21 de enero de 2021

El Castrochavismo No Existe.

El castrochavismo no existe.

 

Discutiendo hoy con un muchacho cuyos argumentos pasaban por copiarlos y pegarlos desde alguna página, además de utilizar stickers y palabras con las que pretendió amordazar mis ideas, uno de sus argumentos fue decir que el castro-chavismo no existe. Y en algo tiene razón, sostener que existe, es como decir que el ciclomontañismo existe, alguien podría decir que es imposible. Sin embargo, es un hecho que las bicicletas y las montañas existen, o no? Tampoco se puede negar que existen fanáticos de usar sus bicicletas en las montañas, lo cual resulta un deporte extremadamente agradable.

De la misma manera, no se puede negar la existencia de los Castro en Cuba, y la de Chávez en Venezuela, los cuales a su vez, han generado la existencia de los "castristas" y asimismo, de los chavistas, y de la misma manera que existen los ciclo-montañistas, también existen los castro-chavistas, que se distinguen por promover, más o menos descaradamente las políticas internas y externas de dichos personajes; las internas, resumidas en la miseria y el hambre de sus pueblos, así como la poco creíble insistencia de sus gobiernos en culpar de ello a todo el mundo, menos a ellos mismos, que son los que mandan allí. Las políticas externas de los castristas y los chavistas, se han unido en torno al llamado foro de Sao Paulo ó de Puebla, México, donde se han reunido todos los comunistas de Iberoamérica desde hace décadas, incluidos los políticos y los terroristas, y algunos aventajados de sus seguidores, estultos más o menos útiles a esas causas, pero la mayoría de las veces con gran olfato para detectar el dinero fácil. La idea es exportar desde Cuba, como ya lo hicieron hacia Venezuela y Nicaragua, el imperio de su modelo generador de hambre y miseria que les parece tan conveniente a ellos (porque mientras ellos se enriquecen, el pueblo lo sufre). Para ello, han usado desde intentos de  invasiones a otras naciones latinoamericanas después de mediados del siglo pasado, hasta el entrenamiento y el ocultamiento de terroristas en ambos países, que después van a delinquir en países como Colombia, realizando atentados con miles de muertos, sembrando cultivos ilícitos y enviando drogas a otros países, con las consabidas alianzas con el narcotráfico que generan la muerte de muchos compatriotas (véase alianzas con el cartel de Sinaloa actualmente).

Pese a que la lucha armada ya no es útil para lograr el poder, los castristas y los chavistas unidos, continúan respaldando veladamente a las guerrillas narcotraficantes por dos cosas: primero, porque generan desestabilización en los gobiernos, y segundo, generan millones y millones de dólares y euros en riquezas para sus dirigentes. Aun así, la estrategia para conseguir el poder ahora es otra, usar los políticos con ideas afines, financiados por ultra-multi-millonarios como George Soros; generar el odio entre diferentes grupos humanos, incluso naturales (léase ideologías de género y feminismo radical); y usando de "pequeñas ayudas" como las máquinas de voto electrónico que han asegurado el triunfo chavista en las elecciones venezolanas, aún desde la época del tristemente célebre Hugo Chávez.

Dado que todas estas cosas no se pueden realizar sin controlar a una parte de la población, estos personajes, patrocinan toda clase de injerencias en los territorios nacionales de otros países, respaldando muy diferentes iniciativas; desde los grupos que defienden el medio ambiente, hasta los que promueven la aprobación del aborto aún hasta los 9 meses, sin siquiera contemplar la idea de que se trata de un ser humano indefenso, al que están asesinando. La anterior injerencia, ya de por sí, es algo inadmisible.

Ahora, imagínese que usted vive en una casa, y los hijos de sus vecinos son viciosos, venden drogas, son ladrones, violadores etc., mientras tanto, usted se ha dedicado a criar los suyos, con los más altos principios, les ha inculcado los más altos valores del trabajo y el estudio, y su vecino, pretende metérsele a la fuerza a su casa, a adoctrinar a sus hijos con las ideas que dieron a luz en los hijos de él, toda clase de pensamientos criminales. Le parece a usted que esto debería permitirse? De la misma forma, los señores de Cuba y Venezuela, castristas y chavistas respectivamente, una vez que han acabado con todo en sus respectivos patios, llevan décadas ya, pretendiendo apoderarse de las patrias ajenas y de las riquezas de los países vecinos, promoviendo el narcotráfico, el desfalco, el robo, el abuso de autoridad legítima o ilegítima (véase las denuncias de las violaciones a niñas y niños perpetradas por las farc y denunciadas por la "Corporación Rosa Blanca"). A lo anterior, se suman ahora las decenas de miles de Castristas cubanos y chavistas venezolanos, a los que se les ha abierto las puertas de Colombia, con la intención nuestra de que puedan buscar un futuro mejor para sus familias, pero resulta que la intención de éstos, no es venir a trabajar ó estudiar, sino a traer todos los comportamientos que han hecho "grandes" a sus movimientos en sus países de origen, la idea es espiar, y desde allí, controlar las células adoctrinadoras, que convertirán a los juiciosos hijos de los vecinos en depredadores de las riquezas de sus propios países, así como en depredadores sociales que al estilo de los que han sido adoctrinados en Cuba, desde hace ya mas de 60 años, acaben con la inocencia de los niños, roben, maten, violen y trafiquen a sus anchas, cuando ya tengan consolidado su régimen del terror, sin que nadie se les pueda oponer.

Como se puede ver, es lo mismo decir, “los castristas de cuba y los chavistas de Venezuela”, que decir los “castrochavistas”, cuando uno se refiere a la unión de los dos en un grupo que promueve los mas bajos intereses de ambos. La importancia del asunto no está en usar una palabra, ó 9 para decir lo mismo, el asunto está en no dejarse desviar la atención de lo realmente importante que es, que se nos metan al rancho y acaben con todo, hasta con nuestras familias, sin que nosotros ni siquiera podamos chistar, porque en el momento que lo hagamos, nos vamos a convertir en blanco de descalificadores sin autoridad alguna para descalificar a nadie.

Me tiene sin cuidado quién usó por primera vez el término ciclomontañismo ó castrochavismo, no soy seguidor ni admirador de ninguno. Lo que me importa son las consecuencias de ambos, deporte en el primero, y destrucción y muerte en el segundo, me preocupa tanto que haya dineros del narcotráfico colombiano en las elecciones, como que hayan dineros de Soros, ó del narcotráfico de Venezuela y Cuba también. Pero también me preocupa que se haga trampa con los votos electrónicos de máquinas creadas precisamente para ello, y que vengan a metérseme en mi casa a hacer toda clase de desmanes con mis cosas y con mi familia, sin que yo siquiera alce mi voz de protesta. Yo siempre lo haré, al menos mientras que tenga vida, porque en Venezuela como en Cuba, pensar y disentir, es un crimen que se paga con la cárcel ó con la vida, y espero que esa situación no llegue a mi patria.

Mi país está lejos de ser perfecto, pero traer millones de males peores, nada va a solucionar. Pretender que el dinero del narcotráfico de Venezuela ó Cuba, es mejor que el del narcotráfico colombiano, es estúpido. Hacerse el ciego frente a todos los males que tenemos no sirve de nada, soy consciente de ellos, lucho contra ellos y los denuncio, como denuncio al otro bando, que es peor, porque usar esos males como excusa para atraer más males, y miles de veces peores, no tiene el menor sentido. Muchos viven resaltando la desigualdad social en Colombia, pero convenientemente se olvidan de que aquí, muchos han salido adelante, y hasta han llegado a ser ricos e importantes ó ambas cosas, cosa que no sucede en esos países, donde sí que hay igualdad entre el pueblo: todos son miserables y mantenidos, mientras que los dirigentes muy comunistas y todo, pero viven ellos y sus familias, paseando por el mundo, gastando a manos llenas, en mansiones y yates comprados con los dineros de la robolución.

Aquel que defienda la política de los castro en Cuba, con su más de medio siglo de indebida injerencia en Latinoamérica, todas las muertes, robos, secuestros, violaciones, y demás malignidades que nos ha traído, puede ser que simplemente esté equivocado, pero lo está de la peor manera. Ahora, si respalda estas cosas no por estar equivocado, sino que lo hace aun sabiendo todo esto, entonces no es un equivocado ni un distraído, ni un desorientado; es un cómplice de todos los crímenes que se han perpetrado desde que la Cuba de los Castro existe.

 

 

 

 

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